La misión de la historia, consiste en refrescar el colectivo sucesos, personajes y hechos que los pueblos pueden olvidar. Conteste con esta misión, hoy recordaremos al escritor, Juan José Breca, un poeta nacido en La Guaira, sector Caja de Agua en 1835, en la casa No.68, curso estudios elementales en nuestro pueblo natal y durante la Guerra Federal, perdió un brazo en una refleja en el callejón del Colorado en 1859. de aquí el remoquete del Mocho Breca.
En 1845, Páez prisionero, y con pesados grillos debe ser trasladado a Cumaná. El imberbe Breca se acerca al centauro y le estrecha la mano en un gesto de valentía que humedecieron los ojos del caudillo y el joven Breca, este hecho marca su pasión política.
Breca, hace causa literaria con los hermanos Baldomero y Rivodó y con el plomo de la imprenta abren fuegos culturales en variadas publicaciones, donde desarrollan la obra de esta trilogía de escritores guaireños que estamos empeñados en recordar. En mi libro La Guaira: Crónicas del Puerto, lo recuerdo con su obra lírica y satírica.
Como un sino, Breca está en Nueva York ya es un políglota y escribe con sorna:
“Nada se de lenguas godas
ni de lengua muerta o viva
y exceptuando la nativa
ignoro la lengua toda”
En Nueva York acompañó al convaleciente Páez en sus últimos días el anciano caudillo, tiene más de ochenta años y caminosamente evocan a Venezuela junto al hombre que cuanto niño lo atendió con valentía en La Guaira.
Todos estos recuerdos son propicios para felicitar a la profesora Ligia García, quien publicó una antología de Breca sobre el gran escritor costumbrista y satírico. Ligia con su patota del grupo literario Nosotros rinde homenaje al gran Breca, en una antología que dio a la estampa la gobernación de Vargas y en un bautizo de húmedo dialogo disfrutamos para recordar a Luis Santa, quien con analogía musical que produjo, inicio con décimas a La Guaira, del revidado poeta. Que estamos empeñados en recordar como un ejemplo de guaireñidad.