LA ERMITA DEL CARMEN
Amador Clark: Memorialista
La Guaira de tiempos coloniales era una ciudad beata y devota que reafirmaba sus sentimientos cristianos en cofradías religiosas. En 1658, Manuel Pinto de Almeyda, vecino del Puerto, elevó un memorial ante la autoridad eclesiástica competente para fundar la Cofradía del Santo Cristo de la Salud, que a Dios gracias aun, se conserva .En el petitorio se resaltaba que la cofradía a constituirse sería de forma estable y no elevaría su devoción a un culto nuevo, a una imagen a importar, sino por el contrario, su cofrades, se congregarían , en torno a una imagen crucificada ya existente que gozaba de gran devoción en la feligresía guaireña.
La petición del mayordomo Pinto de Almeyda, fue aprobada en 1658 por el Deán de Caracas, la d cofradía , manifestaba en torno a la sagrada de un Cristo crucificado y de , a las devociones a las promesas ofrecidas del Descendimiento y Santo Entierro. Salía, en procesión la cofradía .en semana santa y fechas especiales para dar así cumplimiento La cofradía del Santo Cristo, podía,¡ hermanar a todos los grupos étnicos existentes en La Guaira, en sus constituciones establecía que los cofrades blancos debían cotizar dos pesos de ocho reales y la gente de color, contribuir con cuatro reales de plata. Asimismo debían asentarse en renglones separados a los nombres las dádivas de los blancos y las contribuciones de los pardos, negros y mulatos. Los cofrades podían solicitar préstamos hipotecarios y sus intereses servían a para las obras caritativas.
Además de esta devoción al Santo Cristo existían cuatro cofradías más, que veneraban la Virgen bajo diferentes advocaciones y títulos gloriosos a la Madre del Redentor. Etas cofradías de tiempos coloniales eran: La de Nuestra señora de la Candelaria (1599), Nuestra Señora de la Consolación de Utrera(1740) . La cofradía , Nuestra Señora del Rosario. Todas hermandades tenían sus altares con retablos dorados en la iglesia de La Alameda, en lo que es hoy La Plaza Vargas . Bueno es recordar, que de acuerdo, con la diputación provincial de La Guaira, acordaron adoptar como patrón de La Guaira al Apóstol San Pedro. Tiempo después , la cofradía de Señora del Carmen fue establecida en 1740 con indulgencia del Papa Clemente XIII. La cofradía de Nuestra Señora del Rosario, fue fundada el 9 de Octubre de 1721, Domingo, con legítimas licencias de Reverendo Fray Domingo del Rosario, de la Isla de Santo Domingo. .
Corría ,el 27 de mayo de 1786 y como era costumbre salieron en procesión a rezar el rosario , las cofradías de Nuestra Señora del Carmen y a la par, la de Nuestra Señora del Rosario. Las dos imágenes en hombros de sus cofrades, toman rumbos diferentes, pero coinciden ambas en una misma calle. Repentinamente se suspende el rezo y los cofrades plantan sus patronas en solicitud de paso, hacen flamear sus pendones , y alegan razones de antigüedad y preferencia e invocan prerrogativas sus derechos de y por ende , no permiten que una imagen se adelantara a la otra. Este desafuero, originó dos multas ambas cofradías y reconocer el derecho de paso a la cofradía de la Candelaria , dada su antigüedad. Esta , ultima sanción, le echó sal a las heridas y de esta manera, el fervor religioso empezó a languidecer y surgió la idea salomónica de separar la cofradía del Carmen de la iglesia de San Pedro Apóstol y construir un nuevo templo en las empinadas calles guaireñas en un terreno que donó Antonio Medina en 1776, diez años antes del conflicto de los feligreses. La construcción de La Ermita del Carmen motivó una fervorosa actividad para recaudar limosnas para erigir un nuevo templo José Antonio Serrada montó un nacimiento viviente en El Guamacho con actores espontáneos , después la familia Serrada siguieron con la proyección de sombras chinescas en una casa ubicada en San Juan de Dios. Los cofrades, salían a contar aguinaldos en entusiastas comparsas y recibían generosas contribuciones del pueblo. y recibir así generosas donaciones para apresurar la edificación de la Ermita del Carmel el año 1800 a ser bendecida en el año 1800. Esta obra pía, fue una decisión de corazones llenos de fervor católico que habían olvidado rencillas parroquiales en aras de edificar este templo que es un ícono de Guaira.

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